Trastornos del Espectro Autista

Los Trastornos del Espectro Autista, es el conjunto de trastornos del neurodesarrollo que implican: una alteración temprana y significativa en las habilidades sociales y comunicativas y un perfil cognitivo caracterizado por dificultades de flexibilidad mental y capacidad de simbolización y que se refleja en un repertorio de intereses y actividades restringido y estereotipado.
En algunos casos, puede aparecer discapacidad intelectual asociada.
Los signos característicos del TEA suelen manifestarse durante los tres primeros años de vida y perdurarán a lo largo de toda la vida, aunque estos cambiaran en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
El espectro del autismo es un continuo, donde podemos observar diferentes grados de afectación, en función de la gravedad de los síntomas.
FAQS
Aquí recogemos las principales dudas y preguntas más frecuentes que hemos detectado.
Se ha descrito como una categoría diagnóstica dentro de los Trastornos del Espectro Autista, aunque las manifestaciones clínicas son más leves. Se caracterizan por dificultades en las habilidades sociales, dificultades en la pragmática del lenguaje (tienden a la literalidad del lenguaje, no comprenden las dobles intenciones, los dobles sentidos…) y en la comunicación no verbal, así como unos intereses restringidos y estereotipados.
A nivel cognitivo muestra unas capacidades intelectuales dentro de la normalidad
A partir de los 18 meses, en algunos casos incluso antes, es cuando pueden detectarse algunos de los signos característicos.
Por eso, si se observa alguna manifestación a esa edad se recomienda, realizar una prueba de detección y si es necesario ampliar el estudio con profesionales especializados.
Falta de interés por los demás niños; Ausencia de juego simbólico; Poco contacto visual; Los niños pequeños no balbucea, no hacen gestos con la mano para señalar, suele haver un retraso en el desarrollo del lenguaje; Si hay lenguaje, este tiende ha ser literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas); Les gusta poca el contacto físico o en ocasiones lo evitan; Suelen tener hipersensibilidad a los estímulos más intensos; Reaccionan poco ante la voz de los padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo; Tienen intereses inusuales y repetitivos; Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y autoestimulantes, como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos, alinear objetos.
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